El asociación denuncia que la tasa de descanso de por medio los menores de veinticinco años se elevó hasta el 37,46% en el último trimestre de 2017, situando la cifra total de jóvenes desempleados en más de medio millón (558.200), mientras que para los menores de 35 años la cifra de parados subió hasta 1.438.100.
Las mayores subidas trimestrales del descanso juvenil se dieron en Castilla-la Mancha y Asturias, con valores superiores al 15%, pero destaca igualmente el acontecimiento de Melilla, en el cual se duplicó la cifra de parados jóvenes afinidad al trimestre anterior, hasta situarse en 2.500 desempleados, un 68,59%.
UGT advierte además de que, conforme la Epa del cuarto trimestre del año pasado, el 72% del total de asalariados menores de 25 años (877.300) tiene un contrato temporal, en tanto que en medio de los menores de 30 años esta modalidad de ajuste representa el 57%.
“Sólo el 28% de los contratos son indefinidos, una cifra insuficiente que implica que a menor edad, mayor probabilidad de tener un concordato apurado. La pérdida de empleo junto con el modo de acceso al mercado de trabajo medio tiempo, que para la nubilidad suele ser por la vía de la interinidad en la mayoría de los casos, hace a este colectivo mucho más vulnerable”, alerta el confederación.
Por ello, Ugt insta a poner en marcha una táctica por el empleo lozano, que tenga realmente efectos positivos frente al desocupación, la precariedad y la “explotación”.
En este sentido, la organización que dirige Pepe Alvarez insta a los partidos políticos a “dejar de lado sus respectivos intereses electoralistas” y desarrollar una novedad estrategia más activo que aborde de manera integral la situación de los jóvenes. “Es necesario un auténtico compromiso con el empleo juvenil”, subraya.
Además, el confederación destaca que los planes de empleo territoriales pueden contribuir a aminorar los elevados niveles de paro alegre, así tal evitar el despotismo de las contrataciones temporales y el subempleo.
UGT aboga incluso por la guardia y el seguimiento de la contratación temporal para que cumpla con su verdadera objetivo; aplicar el concierto en prácticas frente al estructura actual de becas tanto forma de captación de experiencia, o facilitar el acceso al empleo de los trabajadores jóvenes con las mismas garantías que los trabajadores de más edad.